Hace unos meses entró en vigencia una nueva ley que impone impuestos a bancos, compañías de energía y grandes fortunas. Sin embargo, la ley también incluyó un cambio inesperado en el impuesto sobre el patrimonio que afecta a los no residentes que poseen propiedades en España. Los expertos han señalado que esta modificación es muy amplia y puede desalentar a los inversores extranjeros en el sector inmobiliario y provocar discriminación entre residentes y no residentes. Además, esta medida ha generado confusión en cuanto a su interpretación.
A pesar de la importancia del cambio, se incluyó como una disposición en la Ley 38/2022, de 27 de diciembre, que establece impuestos temporales en los sectores energético y financiero, así como el Impuesto de Solidaridad, conocido como el tributo a las grandes fortunas. La normativa, publicada el 27 de diciembre de 2022 y en vigencia desde el día siguiente, modifica el artículo 5 de la Ley 19/1991, del Impuesto sobre el Patrimonio. Ahora, los no residentes que poseen propiedades en España, directa o indirectamente, deben pagar el impuesto sobre el patrimonio si sus activos superan los 3 millones de euros, lo que equivale al 3,5% del patrimonio. Esta medida también se extiende al impuesto sobre las grandes fortunas.
Por lo tanto, todos los no residentes que posean propiedades en España, ya sea directa o indirectamente a través de una empresa, y al menos la mitad de sus activos sean inmuebles en territorio español, deben pagar el impuesto sobre el patrimonio y estarán sujetos al impuesto sobre las grandes fortunas. Este impuesto se paga en la misma fecha que el impuesto sobre la renta.
Un reciente cambio fiscal en España ha generado preocupación entre los inversores extranjeros y puede tener un impacto en futuras inversiones inmobiliarias en el país. La modificación de la ley del impuesto de patrimonio ha llevado a los departamentos de Fiscalidad Internacional a asesorar a los inversores extranjeros para adecuar su situación patrimonial a las consecuencias jurídico-tributarias. Los expertos temen que el cambio fiscal desincentive la inversión extranjera, ya que afecta directamente a los inversores personas físicas y ahuyenta la inversión. La inversión internacional es más sensible a los cambios fiscales que la inversión nacional, lo que puede llevar a una contracción de los flujos de inversión. El mercado inmobiliario del segmento de lujo será el más impactado. La alarma generada por el cambio fiscal no solo tendrá un impacto en las nuevas inversiones, sino que también tendrá efectos negativos en términos de recaudación tributaria. Los expertos critican la incoherencia de que el gobierno español incentive la inversión extranjera a través de la «Golden Visa» y, por otro lado, esté endureciendo la tributación. Los datos muestran que la demanda de viviendas de dos millones de euros en adelante se está reduciendo desde el pasado otoño. Los expertos creen que el legislador deberá corregir o al menos puntualizar el alcance del cambio.